La apertura de una investigación y la detención de altos funcionarios acelera la renuncia del responsable político de la petrolera estatal.
El ministro de Petróleo de Venezuela, Tareck El Aissami, renunció este lunes a su cargo como consecuencia de las investigaciones anunciadas el domingo contra funcionarios públicos vinculados a una trama de corrupción en el corazón de la petrolera estatal, PDVSA. “En virtud de las investigaciones que se han iniciado sobre graves hechos de corrupción en PDVSA, he tomado la decisión de presentar mi renuncia como ministro de Petróleo, con el propósito de apoyar, acompañar y respaldar totalmente este proceso”, señaló El Aissami a través de su cuenta de Twitter antes de ponerse a disposición del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) para “apoyar esta cruzada que ha emprendido el presidente Nicolás Maduro contra los antivalores que estamos obligados a combatir, hasta con nuestras vidas”.
Petróleos de Venezuela, que un tiempo fue un gigante del sector y hoy agoniza tras años de mala gestión y desfalco de recursos, encadena varios casos de corrupción interna, pero es la primera vez que las autoridades chavistas se pronuncian tan abiertamente sobre una de las tramas. Lo hizo el domingo el titular de la Fiscalía venezolana, Tarek William Saab, quien adelantó el comienzo de una investigación contra funcionarios ya detenidos por agentes anticorrupción de la Policía Nacional. Todos ellos “aparecen incursos, presuntamente, en graves hechos de corrupción”, manifestó Saab a través de un comunicado difundido a través de las redes sociales.
En ese grupo figura, según confirmó el propio Saab a la agencia AFP, el diputado oficialista Hugbel Roa, el presidente del circuito penal de Caracas, Cristóbal Cornieles, el coronel Antonio Pérez Suárez, que se desempeña como vicepresidente de Comercio y Suministro de Calidad de la petrolera estatal, y Joselit Ramírez, superintendente nacional de Criptoactivos, un organismo público que gestiona los fondos de la industria petrolera, cada vez más escasos, a través de operaciones con criptomonedas.
Para la investigación fueron designados cinco fiscales “con competencia en las materias de corrupción, delincuencia organizada, derechos humanos y competencia plena”. “Los ilícitos investigados corresponden a distintas ramas y niveles del poder público e implican a sectores estratégicos para el desarrollo nacional y la administración de justicia”, continuó el ministerio público.
La caída de Tareck El Aissami, máximo responsable de la política petrolera del Gobierno de Nicolás Maduro, supone un golpe a una cúpula, señalada por múltiples casos de corrupción, que ha manejado PDVSA en los últimos años y evidencia las tensiones de poder que vive el PSUV en sus filas. El Aissami, acusado de narcotráfico por Estados Unidos, había escalado posiciones en la Administración, llegando a ocupar el cargo, entre 2017 y 2018, de vicepresidente ejecutivo.
Fuente: El País