Nueva York (CNN) — Ahora que el sindicato United Auto Workers inició una huelga, el mercado automovilístico estadounidense estaría a punto de volver a sumirse en el caos.
Las ventas de automóviles no se habían recuperado del todo de la pandemia, pero la compra de coches en Estados Unidos podría volver a cambiar.
Los concesionarios seguirán abiertos
Podrás seguir comprando autos, incluso en los concesionarios de Ford, GM y Stellantis. No van a cerrar, ya que los concesionarios son franquicias independientes que no pertenecen a la empresa cuyo logotipo figura en el edificio.
Es más, seguirán teniendo vehículos para vender durante un tiempo. La mayoría de esos concesionarios tienen vehículos a mano para vender durante unas semanas todavía, y los planes de huelga actuales afectarán inicialmente sólo a algunas de sus líneas de productos, dijo Jonathan Smoke, economista jefe de Cox Automotive. El impacto de la huelga no se parecerá en nada a la pandemia del covid-19 ni a la escasez de chips informáticos que paralizaron en gran medida toda la industria automovilística estadounidense en los últimos años, afirmó.
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Además, los concesionarios de coches nuevos también venden autos usados y, aunque el flujo de coches nuevos se detenga de repente por completo, seguirán vendiendo. También se ocupan del mantenimiento de los vehículos y sus operaciones de servicio también continuarán, aunque el suministro de piezas podría verse obstaculizado.
Las crisis de fabricación de automóviles de los últimos años han dejado a los concesionarios mejor preparados para hacer frente a las interrupciones, dijo Scott Kunes, director de operaciones de Kunes Auto y RV Group, que posee más de 40 concesionarios en el Medio Oeste.
«Ya empezamos a tomar algunas medidas hace unas semanas, cuando parecía que la huelga era bastante inminente. Empezamos a hacer acopio de vehículos usados, sobre todo de las marcas nacionales y de algunos de los modelos más populares», dijo Kunes. Sus concesionarios también tomaron medidas para vender más vehículos nuevos.
Los vehículos podrían ser más caros
No todos los fabricantes de automóviles se enfrentan ahora a una huelga. Ni siquiera la mayoría. Toyota, BMW, Hyundai, Nissan, Tesla, Volvo y Subaru, por citar algunos, siguen produciendo automóviles, camionetas y todoterrenos en Estados Unidos y sus trabajadores no están sindicalizados.
Pero los concesionarios de los fabricantes japoneses y surcoreanos por lo general tienen menos vehículos disponibles en su inventario que los de los fabricantes con sede en Michigan, dijo Kunes. En última instancia, esto podría traducirse en una presión sobre los precios, ya que los inventarios de los fabricantes de automóviles nacionales comienzan a agotarse y sus competidores pueden no tener los vehículos listos para satisfacer la demanda.
Por ahora, al menos, las huelgas se limitan a las fábricas que producen unos pocos modelos concretos. Tyson Jominy, analista del sector de JD Power, afirma que si la huelga se prolonga, los precios volverán a subir.
Probablemente no llegarán a los niveles alcanzados durante la escasez de chips informáticos pero, en el peor de los casos, podrían acercarse.
Cuatro razones por las que el sindicato United Auto Workers convocó a huelga en GM, Ford y Stellantis No toda la producción se detendrá inmediatamente
En las plantas donde los trabajadores no están en huelga, es de suponer que la producción continuará. Por ahora, la UAW ha convocado huelgas en tres plantas de montaje final, donde se construyen los vehículos que se enviarán a los consumidores. Esto significa que la huelga solo afecta a los compradores de esos modelos en concreto. Por lo tanto, si estás buscando, por ejemplo, un Ford Bronco, un Jeep Wrangler o una camioneta GMC Canyon, probablemente deberías ir pronto al concesionario antes de que las existencias empiecen a escasear por unas semanas.
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Si la UAW convoca huelgas en las plantas que fabrican elementos como motores y transmisiones, la situación sería más grave. El trabajo podría continuar durante un tiempo en las plantas de montaje final, pero, en poco tiempo, la producción se vería afectada por la falta de componentes importantes procedentes de las fábricas que han cerrado, dijo Thomas Goldsby, profesor de gestión de la cadena de suministro en la Universidad de Tennessee.
Estas empresas también importan algunos de sus modelos de fábricas europeas y asiáticas que no se ven afectadas en absoluto por las huelgas en Estados Unidos, como el Chevrolet Trailblazer de GM, fabricado en Corea del Sur, y el Dodge Hornet de Stellantis, fabricado en Italia.
Puede que tengas que esperar más
A raíz de la desaceleración de la fabricación relacionada con el covid-19, cada vez más compradores de automóviles han optado por encargar sus vehículos nuevos en fábrica, en lugar de limitarse a elegir entre lo que ya había en los concesionarios. Esto es bueno para los consumidores, que pueden conseguir vehículos que se ajusten exactamente a sus deseos y necesidades. A los fabricantes también les gusta, porque cualquier empresa prefiere fabricar productos que ya están vendidos antes de salir de la cadena de montaje. Pero si deseas hacerlo ahora, o si ya pediste un vehículo que aún no se ha fabricado, podrías tener que esperar más tiempo.
Aunque los inventarios de camionetas están bien surtidos, dijo Jominy, se agotarán si las huelgas duran mucho tiempo. Y los compradores de camionetas, que son especialmente fieles a la marca, probablemente esperarán en lugar de comprar modelos de la competencia como la Toyota Tundra o la Nissan Frontier.
Merece la pena ser flexible
Según Michelle Krebs, analista de AutoTrader, antes de que empezaran las huelgas, los concesionarios contaban con existencias razonablemente abundantes de vehículos nuevos. Eso es bueno, especialmente para los concesionarios afiliados a estos fabricantes de automóviles. Eso significa que todavía tendrán vehículos para vender durante unas semanas, pero, a medida que la huelga se prolongue, las opciones disponibles empezarán a disminuir. A medida que disminuyan las opciones, puedes intentar llegar a un acuerdo con uno de los vehículos «patito feo» que queden en el concesionario.
O puede que no sea exactamente el color que querías, pero se parece lo suficiente.
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