La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, destacó en su último discurso sobre el estado de la unión, el último de su mandato –no está claro si se va a presentar a la reelección, y en caso de hacerlo si saldrá reelegida– los tres grandes retos económicos a los que se enfrentan los 27 ; un mercado laboral en el que hay «millones de personas buscando empleo, pero también millones de puestos de trabajo buscando quien los ocupe»; la inflación elevada persistente; y la necesidad de facilitar la actividad empresarial. Y en este último punto se comprometió a presentar en el plazo de un mes una propuesta para reducir en un 25% las obligaciones administrativas de las empresas.Reconoce Von der Leyen que «las pequeñas empresas no tienen capacidad para hacer frente a una administración compleja y pueden verse lastradas por trámites excesivamente prolongados». Y es por ello que el objetivo no es solo conseguir esa reducción a nivel europeo, sino hablar también con los estados para conseguirlo a nivel nacional. Noticia Relacionada Tras la nueva ley de vivienda estandar Si Un muro de papeleo y gastos para recuperar las viviendas okupadas Antonio Ramírez Cerezo Los propietarios se enfrentan a nuevos gastos administrativos y a una burocracia que eterniza los tiempos para rescatar los inmueblesLa reducción de las cargas administrativas es, precisamente, una de las principales reivindicaciones de las empresas, especialmente de las pymes, desde hace décadas, aunque no han tenido demasiado éxito en su logro. En países tan descentralizados como España, la acumulación de permisos necesarios para poner en marcha cualquier negocio, y casi peor para desarrollar la actividad empresarial en el día a día, es ingente. A los permisos locales, se suman las autorizaciones autonómicas –distintas en cada región– y a eso las exigencias estatales y europeas. Un sinfín de papeleo y burocracia que entorpece la actividad empresarial y el nacimiento de nuevos negocios. Esta misma semana, las Cámaras europeas, reunidas en Madrid, han reclamado a la Comisión que aproveche los últimos meses de esta legislatura en la UE para mejorar el entorno empresarial y reducir las cargas administrativas para las compañías, especialmente, para las pymes. Y es que Europa se juega mucho. Una excesiva burocracia resta competitividad a nuestras empresas, y no nos lo podemos permitir.De hecho, es precisamente la excesiva burocracia la que está retrasando la implementación de los fondos Next Generation , que se está produciendo de una manera mucho más lenta de lo que se había previsto, limitando su impacto sobre las economías europeas y, en concreto, sobre la española. «No ha sido una respuesta keynesiana a la crisis como se pretendía», aseguran los expertos. La reducción de cargas administrativas es también una de las medidas incluidas en la hoja de ruta que Cepyme ha presentado para que la aplique el nuevo Gobierno . Considera la patronal de la pequeña y mediana empresa que el exceso de regulación supone un obstáculo para la actividad de las empresas, ya que impacta directamente en la sobre el crecimiento y la productividad. La asociación propone reducir las cargas burocráticas y adecuar las normas de todo nivel a la realidad empresarial española. Lo cierto es que llevamos años escuchando estas peticiones, y años publicando noticias de acuerdos entre asociaciones empresariales y distintas administraciones para reducir la burocracia, pero la realidad es que esta sigue siendo uno de los principales problemas a los que se enfrentan las empresas europeas. Ojalá las buenas intenciones de Von der Leyen se plasmen en una norma concreta de obligado cumplimiento no solo a nivel europeo, sino también estatal, autonómico y municipal. Si se consigue, sería una gran noticia.